SI somos capaces de que nuestra conciencia esté en sintonía con la libertad, habremos abierto un hilo conductor entre las personas. Con ello nuestra autenticidad será consciente de que  unir es necesario.

 

Nunca podréis con nuestra conciencia

 

 Hilos invisibles conectados a nuestro cerebro.

Sois inductores de sensibilidades que no son nuestras,

dejándonos encerrados sin conciencia, impasibles ante los desastres.

Ante esto os habéis olvidado de que mayoritariamente somos agua.

Por ello de nuestros ojos caerá ese líquido incoloro,

que sin claudicación alguna abrirá sus compuertas,

con un torrente de liberación imparable que será nuestro destino

y en el vuestros propios hilos se quedarán fundidos.

 

Más allá de nuestro cerebro está la incomprensible definición de la nada. Por eso es tan importante gestionarlo bien. Poder pensar quién soy, de dónde vengo, a dónde iré, qué sucederá después en lo desconocido. Y por ello, mientras  nuestra capacidad de reflexionar exista, podremos acercarnos a tener respuesta a estas preguntas que nos hacemos a lo largo de nuestra la vida conocida.

 

 

 Jesús Aznar ( 22-10-2016)